4 Nov 2024
Las muertes de personas trabajadoras en una fábrica por la inundación fueron trágicas. ¿Podrían haberse evitado?
Nelson Núñez y Jessica E. Martínez, columnistas invitados
Este artículo apareció originalmente en el Knoxville News Sentinel (el artículo y los enlaces están en inglés)
Robert Jarvis quiere respuestas. “¿Por qué nos hiciste trabajar ese día?”, pregunta. “¿Por qué?”
Con cinco personas trabajadoras muertas y una aún desaparecida desde el paso del Huracán Helene el 27 de septiembre, muchos de nosotros en Tennessee y en todo el país también queremos saber qué salió mal aquel día - y si podemos evitar que vuelva a ocurrir.
Jarvis es uno de los trabajadores que sobrevivieron a la catástrofe evitable que tuvo lugar en Impact Plastics en Erwin, Tennessee, el 27 de septiembre. Mientras la crecida del huracán Helene azotaba el este de Tennessee aquel viernes, empresas, escuelas y hospitales cerraron sus puertas.
Pero como ha informado Knox News, Impact Plastics, justo al lado del río Nolichucky, permaneció abierta. Cuando el aparcamiento de la empresa empezó a inundarse y el agua se filtró en el edificio, se permitió a las personas trabajadoras salir para mover sus coches. Pero no se les despidió ni se les permitió volver a casa.
Cuando la fábrica cerró por fin una hora o más después -la hora y las circunstancias exactas son objeto de disputa-, ya era demasiado tarde. Jarvis escapó en una camioneta cuatro por cuatro, pero seis de sus compañeros(as), que intentaban huir agarrándose a la parte trasera de un camión de plataforma, no tuvieron tanta suerte. Los escombros golpearon el vehículo y los hicieron caer a las aguas.
Cinco personas trabajadoras muertas, una desaparecida
Las víctimas mortales - Bertha Mendoza, Mónica Hernández, Lidia Verdugo, Johnny Peterson y Sabrina Barnett - representan cinco de las 16 muertes por huracán registradas en el este de Tennessee. Rosa Maria Andrade Reynoso, también trabajadora de Impact Plastics, sigue desaparecida.
El 14 de octubre, Alexa Peterson, la hija mayor de Jonny Peterson, presentó una demanda de 25 millones de dólares por homicidio culposo contra Impact Plastics. La empresa, afirma la demanda, “prefirió la codicia a la seguridad de las personas que trabajan en la empresa. Las muertes causadas por las inundaciones del huracán Helene no sólo fueron trágicas: eran totalmente evitables”.
El director general de Impact Plastics, Gerald O'Connor, niega que la empresa pusiera a nadie en peligro a sabiendas. “Hubo tiempo de escapar” cuando las personas empleadas fueron liberadas, afirma.
Las personas empleadas supervivientes como Robert Jarvis cuentan una historia diferente. Las respuestas que él y muchos otros buscan son ahora objeto de múltiples investigaciones. Además de la demanda presentada por la familia Peterson, dos organismos estatales -la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo de Tennessee y la Oficina de Investigación de Tennessee- están examinando el caso.
Esto es lo que sabemos hasta ahora:
- Empleadores(as) cercanos(as) situados en el mismo polígono industrial dejaron salir a su personal mucho antes que Impact Plastics y no sufrieron víctimas mortales.
- El Servicio Meteorológico Nacional emitió un aviso de inundación repentina a las 9:14 horas del 27 de septiembre, mucho antes de que las personas empleadas en Impact Plastics pudieran abandonar sus puestos de trabajo.
- Sólo hay una carretera de entrada y otra de salida del polígono industrial donde se encuentra Impact Plastics, lo que supone una posible violación de las normas de seguridad de ingeniería.
La ley federal ordena a todo empleador(a) a proporcionar un lugar de trabajo libre de “peligros reconocidos”. A medida que el cambio climático provoca un aumento de las temperaturas y una mayor frecuencia y gravedad de huracanes, tornados y otros fenómenos meteorológicos extremos, los(as) empleadores(as) deben aplicar proactivamente medidas que reduzcan el riesgo y garanticen la seguridad de las personas trabajadoras.
Para las personas empleadoras que deseen evitar convertirse en el próximo Impact Plastics, el primer paso está muy claro: hablar con sus trabajadores. Las personas trabajadoras conocen su lugar de trabajo, saben dónde están los peligros y saben cómo reducirlos o eliminarlos.
Un plan eficaz de preparación para emergencias debe centrarse en las ideas y la experiencia de las personas empleadas. Debe incluir medidas para protocolos seguros de entrada y salida, un sistema de alerta temprana y vigilancia, y estrategias eficaces de comunicación durante una emergencia, garantizando que la información oportuna sea accesible en un lenguaje que entiendan todos las personas que allí trabajan.
La demanda de Alexa Peterson afirma que Impact Plastics “carecía de EAP [Plan de Acción de Emergencia] para evacuar de forma segura o ayudar a sus empleados(as) en caso de emergencia”. En un comunicado de la empresa se afirma que “los planes de evacuación escritos estaban expuestos en zonas bien visibles de la planta muchos meses antes” de los trágicos sucesos del 27 de septiembre.
Si había un plan de emergencia, fracasó estrepitosamente, provocando la pérdida de al menos cinco vidas, y casi con toda seguridad una sexta. Con tormentas cada vez más peligrosas en el horizonte, los empleadores no deben perder tiempo en consultar a las personas trabajadoras para formular planes ante catástrofes inminentes. Los empleadores también deben reservar tiempo, contrarreloj, para asegurarse de que las personas que trabajan conocen esos planes y disponen de los recursos necesarios para responder a una emergencia.
El coste de la negligencia es sencillamente inaceptable.
Nelson Núñez es organizador comunitario de Workers' Dignity en Nashville y miembro de la Academia de Liderazgo de los Trabajadores del Consejo Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (National COSH). Jessica E. Martínez es Directora Ejecutiva del National COSH.